¿Dónde esta Maslow?
Ganar el euro millón. Irse de viaje sin boleto de regreso. Comprarse un yate. Correr una maratón. Deseos que solemos decir sin pensar mucho mientras tomamos una cerveza con amigos o almorzamos en el comedor de la oficina.
Comer las cinco comidas. Tener un techo para protegerse. Saber leer. Tener un móvil. Deseos que otras personas suelen pensar en otros momentos de su existencia.
Para conseguir la felicidad debemos completar un checklist. Según cada persona este será diferente. Pero hay algunas necesidades básicas que son las fundamentales para conseguir la felicidad. Ahora todos lo damos por sentado, pero esto no se había comprobado hasta que en 1943 Abraham Maslow escribió Una teoría sobre la motivación humana.
¿En que consiste la teoría?
Se basa en la idea de que, para conseguir el bienestar, todas las personas tienen que lograr satisfacer ciertas necesidades primordiales, y sólo cuando éstas estén cubiertas, podrán aparecer deseos más elevados. Es por ello por lo que lo presenta como una pirámide dividida en 5 niveles, siendo los cuatro primeros los más básicos. Las necesidades han de ser cubiertas de abajo a arriba, sólo así es posible llegar a la siguiente necesidad, siguiendo un orden jerarquizado. De no ser de este modo, es decir, si las necesidades más bajas de la pirámide no son cubiertas, entonces en lugar de la felicidad aparecerá la depresión, la tristeza y desequilibrios de varios calibres.
-Necesidades básicas o fisiológicas: hace referencia a las necesidades básicas para la supervivencia de la persona.-Seguridad: se refiere a la necesidad de sentirnos seguros y protegidos en la vida.-Afiliación: Es la necesidad que tenemos las personas de pertenecer a un grupo social y sentirnos aceptados por el.-Reconocimiento: son todas aquellas necesidades de reconocimiento y aceptación propia y de parte de los demás.-Autorrealización: este es el nivel más alto en la jerarquía de las necesidades y para llegar a él, necesitamos tener todas las demás necesidades satisfechas ya que se refiere a la sensación de ser feliz en la vida.
La teoría de Maslow se puede aplicar en la vida diaria sin duda alguna. Pero también se puede aplicar fácilmente al entorno del trabajo.
Sin embargo, en este entorno post pandémico pocas veces nos encontramos con Abraham. La pirámide se ha desordenado. Y nuestra misión como empresas debería ser, al menos en el entorno laboral, ordenarla.
Desde su publicación, la teoría de Maslow ha tenido mucho éxito en múltiples ámbitos como la publicidad o el marketing, pero también ha sido criticada, matizada y completada a lo largo de los años.
Según distintos expertos, Maslow no tuvo en cuenta algunas variables y evidencias. El estudio de Randstad ‘Employer Branding. Cuando la percepción puede convertirse en realidad ‘, por ejemplo, señala que el género, la edad y el nivel de estudios son también factores determinantes que hacen variar el orden de prioridad de las necesidades:
-Las mujeres buscan un mejor ambiente u organizaciones más flexibles, mientras que los hombres necesitan más formación o estabilidad económica.
-Los universitarios consideran una prioridad conocer el contenido y las funciones concretas del puesto o las posibilidades de conciliación, mientras que los menos formados sí que valoran mucho la seguridad laboral o una buena formación.
-Los jóvenes, señala el estudio, prefieren la buena formación y las oportunidades de carrera internacionales, mientras que los mayores de 45 años valoran más la seguridad laboral y la estabilidad económica.
En resumen: Establecer un sistema de necesidades puede ayudar a organizarse mejor y alcanzar objetivos de forma más directa y satisfactoria. Sin embargo, a pesar de que Maslow ha sido un referente, los tiempos han cambiado. Cada uno tiene el poder de generar su propia pirámide, y aunque las bases serán similares para todos el vértice puede ser tan alto como cada uno ambicione.